1.--NECESIDAD DE LA MISION PARA SALVARSE

1.-NECESIDAD DE LA MISION PARA SALVARSE
2.-LA IGLESIA UNICO CAMINO DE SALVACION
3.-NECESIDAD DE LA IGLESIA PARA SALVARSE
4.-LOS QUE NO PERTENECEN A LA IGLESIA TAMBIEN TIENEN POSIBILIDADES DE SALVACION


Hoy día no compartimos ya la opinión de Francisco Javier de que sin misiones los hombres deberán ir todos y sin remedio al infierno. Al lado de su referencia a la salvación y tal vez incluso antes que esa referencia inmediata, las misiones se fundan en que de ese modo la Iglesia realiza su propia dinámica interna, el estarabierta para todos, al expresar simbólicamente la hospitalidad de Dios que ha convidado a todos los hombres a ser comensales en el banquete de bodas de su Hijo.

Aquel desbordamiento divino, que es característico de la acción de Dios en la creación y en la historia de la salvación, se expresa también en las misiones con las que la Iglesia se abre a sí misma y realiza, juntamente con Dios e imitándole, el desbordamiento de la caridad divina hacia fuera. Las misiones tienen además que realizarse para que la historia llegue a su término, para que el cuerpo desgarrado de la humanidad logre de nuevo su unidad.

La esencia del pecado está en la disociación del individuo por el egoísmo. El pecado es un misterio de separación, de desgarro, por el que la humanidad se escinde en el egoísmo de los muchos, de los que cada uno sólo se conoce y se entiende a sí mismo. La esencia, empero, del advenimiento de Cristo es la unión, la reducción de los miembros dispersos de la humanidad a un solo cuerpo.
Su signo es Pentecostés, el milagro de entenderse, que crea la caridad y reduce lo separado a la unidad. Así, en las misiones la Iglesia realiza su verdadera esencia de historia de la salvación, el misterio de la unión.

Se dan las misiones para completar el milagro de pentecostés, para curar la escisión que divide al cuerpo de la humanidad y para llevarla desde Babilonia a la realidad de pentecostés. Así sólo en las misiones aparece completamente a la vista lo que es la Iglesia: servicio del misterio de la unión, que Cristo quiso operar en su cuerpo crucificado.

JOSEPH RATZINGER – EN EL SIGLO s.s. Benedicto PP XVI.
EL NUEVO PUEBLO DE DIOS-HERDER 101 BARCELONA ESPAÑA-1972.Pág. 118