Autor: IVE
Ejercicios Espirituales de San Ignacio por Internet
Tienen el fin de ayudar al que se ejercita en ellos a descubrir cuál es la voluntad de Dios para su vida
Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola son una secuencia ordenada de meditaciones y contemplaciones -ejercicios- que surgen de la profunda experiencia espiritual que Ignacio vive a partir de su conversión, con el fin de ayudar al que se ejercita en ellos a descubrir cuál es la voluntad de Dios para su vida.
Los Ejercicios Espirituales Ignacianos se remontan al Cuaderno de notas en el que Ignacio describe sus experiencias espirituales durante su visita a la cuidad de Manresa, donde -como lo escribe en su Autobiografía- le trataba Dios de la misma manera que trata un maestro de escuela a un niño (Autobiografía 27).
Ignacio decide escribir este Cuaderno de los Ejercicios Espirituales con el propósito de ayudar a otros, comunicándoles las ideas y sentimientos que a él le habían transformado. Por ello, los concibe y realiza mas bien como una guía dirigida -no tanto al que los experimenta-, sino al que los Predica.
El objetivo de los Ejercicios Espirituales Ignacianos es ayudar al ejercitante a discernir y conocer lo que Dios quiere de él, y a desear y elegir esto.
De modo particular, los Ejercicios Espirituales, son muy útiles para organizar la vida diaria de acuerdo a la Voluntad divina, e incluso a descubrir a qué Vocación Dios me está llamando, para aquellos que todavía no han decidido.
Si bien lo óptimo es retirarse a un lugar tranquilo para hacer ejercicios espirituales, y tener la guia de un sacerdote ´en persona´; sin embargo, dado que esto no siempre es factible, existe la posibilidad de hacer ejercicios a distancia, utilizando los beneficios que nos trae internet.
Existen dos maneras de realizarlos.
Una puede ser los llamados ´ejercicios espirituales en la vida corriente´. Éstos son una acomodación, que el mismo S. Ignacio hizo, en su anotación 19, para que personas muy ocupadas pudieran hacer sus Ejercicios Espirituales.
La otra manera consiste en dedicar unos días (mínimo 2) en algún lugar en que uno pueda estar sin ocupaciones y con la tranquilidad suficiente para cumplir un horario parecido al que tiene un ejercicio espiritual ´presencial´.
Ejercicios Espirituales en la Vida Corriente
Estos ejercicios en la vida corriente han sido elaborados por José Luis Caravias sj Asistente Nacional de CVX del Paraguay
Notas previas para poder realizar con éxito los Ejecrcicios Espirituales Ignacianos en la vida corriente (EVC)
Se trata de poder realizar con éxito un proceso completo de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, en su modalidad llamada "en la vida corriente", según lo propone el mismo Ignacio. Consideramos esta modalidad apropiada para laicos que, por su trabajo y sus obligaciones familiares, no tienen tiempo para encerrarse durante un mes para realizar de forma intensa los Ejercicios.
Los EVC duran casi un año, dedicándole alrededor de una hora de oración diaria. Si se le dedica menos tiempo o se interrumpen, se alargan por unos meses más
No cualquier persona es capaz de realizar esta experiencia fuerte. Y los que son capaces, generalmente necesitan una preparación previa
La persona que quiere realizar completos los Ejercicios Ignacianos tiene que tener un grado suficiente de madurez y de búsqueda sincera de Dios.
No es aconsejable que entren en ellos los que tienen sin resolver problemas serios de personalidad, de familia o de trabajo.
Pero, además, deben gozar de una etapa ya recorrida de espiritualidad: un cierto hábito de oración y una mediana formación teológica. Por lo menos que no tenga lagunas serias de fe y de pertenencia a la Iglesia
Si alguien no pertenece a algún tipo de comunidad laical, debe estar dispuesto a entrar en alguna de ellas. Pero no es recomendable que entren en el proceso de Ejercicios personas que viven ya otro tipo de espiritualidad, pues le puede hacer daño la mezcla de enfoques espirituales distintos
Y, por supuesto, para hacer los EVC hay que poder realizarlos. Suponen esfuerzo diario, tiempo y espacio, además de algún gasto económico para retiros y libros. No es bueno intentar hacerlos cuando se está demasiado ocupado o no se encuentra lugar y tiempo para realizar cada día el ejercicio
En caso de personas casadas, es recomendable realizar los EVC en pareja. Vale la pena esperar un tiempo para empezar, si con ello es previsible que se preparará debidamente la pareja faltante. Cuando se consigue que los dos comiencen juntos es importante que se acompañen en el proceso el uno al otro, de forma que recen con frecuencia juntos y al menos una vez por semana dialoguen sobre lo que han visto y sentido.
En los meses previos a los EVC recomendamos que, según la preparación de cada persona, se realicen una serie de talleres, cursos y/o lecturas, de forma que se pueda entrar en Ejercicios resueltos ciertos problemas fundamentales, rellenas algunas lagunas teológicas y con los conocimientos básicos necesarios para poder orar con seriedad.
Aconsejamos comenzar con un fin de semana de Retiro introductorio a los Ejercicios, con lo cual conseguirán adquirir una idea básica de qué es lo que buscan y se animarán en serio para ello. Cada persona decidida a realizar los EVC debe tener un "acompañante", laico/a o religioso/a, que le pueda asesorar durante todo el proceso. Entre casados considere cada uno a su cónyuge como su segundo acompañante.
Supuesto un discernimiento previo, según la necesidad de cada persona, sugerimos algunas posibles actividades previas:
Ejercicios Espirituales de San Ignacio por Internet
Tienen el fin de ayudar al que se ejercita en ellos a descubrir cuál es la voluntad de Dios para su vida
Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola son una secuencia ordenada de meditaciones y contemplaciones -ejercicios- que surgen de la profunda experiencia espiritual que Ignacio vive a partir de su conversión, con el fin de ayudar al que se ejercita en ellos a descubrir cuál es la voluntad de Dios para su vida.
Los Ejercicios Espirituales Ignacianos se remontan al Cuaderno de notas en el que Ignacio describe sus experiencias espirituales durante su visita a la cuidad de Manresa, donde -como lo escribe en su Autobiografía- le trataba Dios de la misma manera que trata un maestro de escuela a un niño (Autobiografía 27).
Ignacio decide escribir este Cuaderno de los Ejercicios Espirituales con el propósito de ayudar a otros, comunicándoles las ideas y sentimientos que a él le habían transformado. Por ello, los concibe y realiza mas bien como una guía dirigida -no tanto al que los experimenta-, sino al que los Predica.
El objetivo de los Ejercicios Espirituales Ignacianos es ayudar al ejercitante a discernir y conocer lo que Dios quiere de él, y a desear y elegir esto.
De modo particular, los Ejercicios Espirituales, son muy útiles para organizar la vida diaria de acuerdo a la Voluntad divina, e incluso a descubrir a qué Vocación Dios me está llamando, para aquellos que todavía no han decidido.
Si bien lo óptimo es retirarse a un lugar tranquilo para hacer ejercicios espirituales, y tener la guia de un sacerdote ´en persona´; sin embargo, dado que esto no siempre es factible, existe la posibilidad de hacer ejercicios a distancia, utilizando los beneficios que nos trae internet.
Existen dos maneras de realizarlos.
Una puede ser los llamados ´ejercicios espirituales en la vida corriente´. Éstos son una acomodación, que el mismo S. Ignacio hizo, en su anotación 19, para que personas muy ocupadas pudieran hacer sus Ejercicios Espirituales.
La otra manera consiste en dedicar unos días (mínimo 2) en algún lugar en que uno pueda estar sin ocupaciones y con la tranquilidad suficiente para cumplir un horario parecido al que tiene un ejercicio espiritual ´presencial´.
Ejercicios Espirituales en la Vida Corriente
Estos ejercicios en la vida corriente han sido elaborados por José Luis Caravias sj Asistente Nacional de CVX del Paraguay
Notas previas para poder realizar con éxito los Ejecrcicios Espirituales Ignacianos en la vida corriente (EVC)
Se trata de poder realizar con éxito un proceso completo de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, en su modalidad llamada "en la vida corriente", según lo propone el mismo Ignacio. Consideramos esta modalidad apropiada para laicos que, por su trabajo y sus obligaciones familiares, no tienen tiempo para encerrarse durante un mes para realizar de forma intensa los Ejercicios.
Los EVC duran casi un año, dedicándole alrededor de una hora de oración diaria. Si se le dedica menos tiempo o se interrumpen, se alargan por unos meses más
No cualquier persona es capaz de realizar esta experiencia fuerte. Y los que son capaces, generalmente necesitan una preparación previa
La persona que quiere realizar completos los Ejercicios Ignacianos tiene que tener un grado suficiente de madurez y de búsqueda sincera de Dios.
No es aconsejable que entren en ellos los que tienen sin resolver problemas serios de personalidad, de familia o de trabajo.
Pero, además, deben gozar de una etapa ya recorrida de espiritualidad: un cierto hábito de oración y una mediana formación teológica. Por lo menos que no tenga lagunas serias de fe y de pertenencia a la Iglesia
Si alguien no pertenece a algún tipo de comunidad laical, debe estar dispuesto a entrar en alguna de ellas. Pero no es recomendable que entren en el proceso de Ejercicios personas que viven ya otro tipo de espiritualidad, pues le puede hacer daño la mezcla de enfoques espirituales distintos
Y, por supuesto, para hacer los EVC hay que poder realizarlos. Suponen esfuerzo diario, tiempo y espacio, además de algún gasto económico para retiros y libros. No es bueno intentar hacerlos cuando se está demasiado ocupado o no se encuentra lugar y tiempo para realizar cada día el ejercicio
En caso de personas casadas, es recomendable realizar los EVC en pareja. Vale la pena esperar un tiempo para empezar, si con ello es previsible que se preparará debidamente la pareja faltante. Cuando se consigue que los dos comiencen juntos es importante que se acompañen en el proceso el uno al otro, de forma que recen con frecuencia juntos y al menos una vez por semana dialoguen sobre lo que han visto y sentido.
En los meses previos a los EVC recomendamos que, según la preparación de cada persona, se realicen una serie de talleres, cursos y/o lecturas, de forma que se pueda entrar en Ejercicios resueltos ciertos problemas fundamentales, rellenas algunas lagunas teológicas y con los conocimientos básicos necesarios para poder orar con seriedad.
Aconsejamos comenzar con un fin de semana de Retiro introductorio a los Ejercicios, con lo cual conseguirán adquirir una idea básica de qué es lo que buscan y se animarán en serio para ello. Cada persona decidida a realizar los EVC debe tener un "acompañante", laico/a o religioso/a, que le pueda asesorar durante todo el proceso. Entre casados considere cada uno a su cónyuge como su segundo acompañante.
Supuesto un discernimiento previo, según la necesidad de cada persona, sugerimos algunas posibles actividades previas:
Una vez que el o la acompañante crea al candidato suficientemente preparado/a, hay que ver una fecha posible para iniciar los EVC, a ser posible dentro de un grupo
La experiencia nos enseña que resulta eficaz comenzar la introducción y cada una de las cuatro etapas con un retiro intensivo de fin de semana. Su finalidad es adquirir una visión de conjunto de lo que se va a realizar en los meses siguientes y "hermanarse" con otras personas con las que se comparte el mismo camino. Después, en la vida corriente, de forma extensiva, cada persona o pareja se encuentra de forma periódica con su acompañante espiritual, que le ayuda a realizar su experiencia de forma personalizada
También hemos visto útil formar dos grupos no muy numerosos de ejercitantes que caminen paralelos. Cada uno tiene sus encuentros intensivos con una semana de diferencia, de forma que sea posible que las parejas que no tienen dónde dejar a sus hijos vayan cada uno a etapas intensivas diferentes con una semana de diferencia. Así se da también un segundo chance a la persona a la que se le presente alguna dificultad imprevista, de forma que no se quede desfasada
Ahora sí te invito a que pases al texto de los Ejercicios en la Vida Corriente
Etapa de introducción
Notas previas para poder realizar con éxito Ejercicios Espirituales Ignacianos en la vida corriente
Intr. 1 - Ignacio y sus Ejercicios
Intr. 2 - La oración, encuentro con Dios
Intr. 3 - Entrada a Ejercicios
Intr. 4 - Principio y fundamento I: Somos creados por Dios para ser felices
Intr. 5 - Principio y fundamento II: Todo lo creado es para que lo usemos tanto cuanto sirva para nuestra felicidad
Primera etapa: El amor de Dios ante el mal del mundo y de mí mismo
I. 1 - El pecado “de los demás”
I. 2 - El pecado “estructurado”
I. 3 - Mis infidelidades e ingratitudes, vistas desde el amor de Dios
I. 4 - Nuestras idolatrías
I. 5.- Mi muerte y mi verdad
I. 6 - La posibilidad de una condenación eterna
I. 7 - Confesión sacramental y examen de conciencia
La pausa: examen de conciencia diario
I. 8 - Reglas de la primera semana
a) Avisos para interpretar y manejar los movimientos interiores
b) Reglas para no desviarse al consumir
Segunda etapa: Seguir a Jesús de cerca
II. 1 - El rey eternal
II. 2- Dios se humaniza: la encarnación
II. 3 - El nacimiento de Jesús
II. 4 - Infancia y juventud de Jesús
II. 5 - Las dos banderas: dos sistemas de valores
II. 6 - Actitudes de los seguidores de Jesús: Bienaventuranzas y Padre Nuestro
II. 7 - Tres actitudes: Test de la libertad (Tres binarios)
II. 8 a - Jesús discierne su vocación
II. 8 b - Tres niveles de amor: Test del amor (Tres grados de humildad)
II. 9 a - Discernimiento vocacional
II. 9 b - Mi pertenencia a mi comunidad
II. 9 c - Mi proyecto de vida
II. 10 - Jesús invita a vivir la amistad en comunidad
II. 11 - Jesús anuncia su buena nueva a los pobres
II. 12 - Jesús dignifica a la mujer y al matrimonio
II. 13 - La experiencia de milagro en mi vida
II. 14 - María, camino y modelo para llegar a Jesús
II. 15 - ¿Quién es Jesús para mí?
II. 16 - Reglas de la segunda semana
a) Reglas para conocer los movimientos interiores
b) Orientaciones para ayudar y servir a los demás
c) Notas para no atarse a la exageración o a los detalles
Tercera etapa: La pasión de Cristo. Aprender a sufrir con él y como él
III. 1 - El mensaje de Jesús es conflictivo
III. 2 - La cena pascual
III. 3 - Juicios y torturas contra Jesús
III. 4 - La cruz, misterio de amor
III. 5 - Jesús sigue sufriendo y muriendo hoy
Cuarta etapa: La resurrección de Cristo, plenitud del amor. Aprender a gozar y triunfar con él y como él
IV. 1 - Jesucristo resucitado consuela y anima a sus amigos
IV. 2 - Jesús resucitado envía su espíritu
IV. 3 - Jesús resucitado envía a sus discípulos a predicar su Buena Nueva
IV. 4 – La Iglesia continúa la misión de Cristo
IV. 5 - Vivir hoy la resurrección de Cristo
IV. 6 - La gloria del resucitado
IV. 7 - Resucitaremos con Cristo
Etapa de aterrizaje: Contemplativos en la acción
V. 1 - Espiritualidad laical: el bautismo
V. 2 - Contemplación para alcanzar amor
V. 3 - Repeticiones actualizadas
V. 4 - Oración de Alianza. Una propuesta para el examen diario o pausa ignaciana
Anexo globalizante: Parábola del Reino
I - La construcción
II - El banquete
Cánticos para el camino