Lección 23 - Módulo 2 - Diplomado de Apologética

Lección 23 - El Dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María
Autor: Xavier Villalta | Fuente: Catholic.net




La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia especial de Dios, ella fue preservada de todo pecado desde su concepción. En las siguientes líneas intentaré dar una explicación sobre alguna de las razones teológicas que llevaron a la Iglesia Católica a proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción de la Madre de nuestro Señor Jesucristo.

María, como todo ser humano, debería haber contraído el pecado original. Y en condiciones normales, debería de haber pecado como todos los hombres -salvo los que no han alcanzado el uso de razón- pecan. Pero María no fue creada para ser un ser humano como los demás. Fue creada para ser la Madre del Salvador.

El saludo del ángel

En toda la historia de la Creación no hay criatura alguna llamada a desempeñar esa tarea. Y de esa condición de excepción extraordinaria parten todas las gracias que Dios derramó sobre ella. Tanta gracia dio Dios a María que el ángel de la Anunciación no pudo por menos que llamarla Kejaritomene (llena de gracia o agraciada [Lucas 1, 28]). Tú sabes, estimado hermano en Cristo, que cuando en la Escritura se da un nombre especial a alguien, dicho nombre está señalando un aspecto esencial de la persona que lo recibe. Pues bien, el nombre de María en la Encarnación es el que te he mencionado. Y la Iglesia de Cristo ha entendido que dicho nombre indica cuál es la condición de María desde su misma concepción.

¿Qué quiso decir el ángel al llamar a María la "llena de gracia"?, pues precisamente que en ella no había sombra de pecado alguno, ya que por singular gracia y privilegio divino, en previsión de los méritos del hijo que de ella nacería, fue preservada del pecado original.  Para poder afirmar que algo está realmente lleno, ese algo debe haber recibido el 100% del volumen que puede contener, si tan sólo contuviera el 99.999999% aunque ante el ojo humano pareciera lleno, sabríamos que falta algo para que realmente lo esté; los ojos de Dios son -en todo, y en especial con respecto al pecado- mucho más exactos que cualquier sistema robótico creado por el hombre y por ello se deduce que si el ángel la llama "llena de gracia" es por que ante Dios ella verdaderamente lo está, es decir no tiene sombra de pecado alguno.

El Significado De La Palabra Kejaritomene

En este punto podemos hacer un mejor análisis si vamos al idioma en que originalmente estaba escrito el Evangelio de Lucas, es decir el griego, en este texto en lugar de llamar a la Virgen la llena de gracia, el ángel la saluda usando el vocablo kejaritomene, vocablo que no tiene traducción al latín y mucho menos al español, ya que más que una palabra es un concepto que indica que la persona a quien va dirigida es "desde siempre, por siempre, y hasta siempre, llena de gracia", es decir, esta sola palabra en griego nos revela que la Virgen fue concebida sin pecado, no por méritos de ella, claro está, pero si por gracia de Dios.

La palabra κεχαριτομ?νη (kejaritomene) es una extensión de tres palabras: χαριτοω (charitoo), μ?νη (mene) y κε (ke).
χαριτοω (charitoo) significa "gracia", κε (ke) es un prefijo de χαριτοω que significa que la palabra está en tiempo perfecto. Este indica un estado presente producto de una acción completada en el pasado. μ?νη (mene) hace esto un participio pasivo. "Pasivo" significa que la acción es realizada en el sujeto (en nuestro caso la Virgen María) por otra persona (en nuestro caso Dios). Resumiendo, la palabra κεχαριτομ?νη de María es un participio pasivo de χαριτοω (charitoo) y nos dice que María está llena de gracia por voluntad -voluntad que es eterna- de Dios.

Es Dios el autor de su estado de gracia: llena, colmada de gracia. Esto indica que el ángel no está diciendo que María está llena de gracia (en ese momento), sino que se está refiriendo a ella como la "llena de gracia" (por siempre). (Cabe resaltar que esta palabra con la que él ángel identifica a María solamente es utilizada para ella en toda la Escritura).
Esteban en Hch 6,8, también está lleno de gracia, pero de una manera diferente, no desde siempre, ni de forma tal de que esa "gracia” permanezca para siempre, dado que el término utilizado es "pléres járis” (pleno de gracia).

Entonces, ¿qué llevó a Lucas a "crear” una palabra para referirse de esa manera a la Santísima Virgen a tal punto que la palabra kejaritomene no es utilizada por la literatura griega sino hasta el siglo V después de Cristo? Simplemente, Lucas, inspirado por el Espíritu Santo, comprendió que Dios eligió a la Virgen desde la eternidad para que fuera Madre de su Hijo y para tal fin, ella fue concebida sin pecado, sin mancha alguna.
Solo una persona libre de pecado pudo albergar en su vientre a Nuestro Señor Jesucristo.

Más Fundamentos Bíblicos

La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra "Trinidad", por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica.

El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3:15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor. Junto a El se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.

En Lucas 1:28 (como ya vimos, pero cabe el recalcar) el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.». Las palabras en español "Llena de gracia" no hace justicia al texto griego original que es "kecharitomene" y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no "prueba" la Inmaculada Concepción de María si lo sugiere.

Los Padres de la Iglesia
Los Padres se referían a la Virgen María como la Segunda Eva (cf. I Cor. 15:22), pues ella desató el nudo causado por la primera Eva.
Justín (Dialog. cum Tryphone, 100),
Ireneo (Contra Haereses, III, xxii, 4),
Tertuliano (De carne Christi, xvii),
Julius Firm cus Maternus (De errore profan. relig xxvi),
Cyrilo of Jerusalem (Catecheses, xii, 29),
Epiphanius (Hæres., lxxviii, 18),
Theodotus of Ancyra (Or. in S. Deip n. 11), y
Sedulius (Carmen paschale, II, 28).

También se refieren a la Virgen Santísima como la absolutamente pura (San Agustín y otros). La iglesia Oriental ha llamado a María Santísima la "toda santa"

Méritos: María es libre de pecado por los méritos de Cristo Salvador. Es por El que ella es preservada del pecado. Ella, por ser una de nuestra raza humana, aunque no tenía pecado, necesitaba salvación, que solo viene de Cristo. Pero Ella singularmente recibe por adelantado los méritos salvíficos de Cristo. La causa de este don: El poder y omnipotencia de Dios.

Razón: La maternidad divina. Dios quiso prepararse un lugar puro donde su hijo se encarnara.
Frutos:
  1. María fue inmune de los movimientos de la concupiscencia. Concupiscencia: los deseos irregulares del apetito sensitivo que se dirigen al mal.
  2. María estuvo inmune de todo pecado personal durante el tiempo de su vida. Esta es la grandeza de María, que siendo libre, nunca ofendió a Dios, nunca optó por nada que la manchara o que le hiciera perder la gracia que había recibido.
La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María tiene un llamado para nosotros:
  • Nos llama a la purificación. Ser puros para que Jesús resida en nosotros.
  • Nos llama a la consagración al Corazón Inmaculado de María, lugar seguro para alcanzar conocimiento perfecto de Cristo y camino seguro para ser llenos del ES.
Argumentos de los hermanos separados
  • Según algunos protestantes, la Inmaculada Concepción contradice la enseñanza bíblica: "todos han pecado y están lejos de la presencia salvadora de Dios" (Romanos 3:23).
Respuesta católica: Si fuéramos a tomar las palabras de San Pablo "todos han pecado" en un sentido literal absoluto, Jesús también quedaría incluido entre los pecadores. Sabemos que esto no es la intención de S. Pablo gracias a sus otras cartas en que menciona que Jesús no pecó (Hebreos 4:15; 1 Pedro 2:22).
La Inmaculada Concepción de María no contradice la enseñanza Paulina en Rm 3:23 sobre la realidad pecadora de la humanidad en general, la cual estaba encerrada en el pecado y lejos de Dios hasta la venida del Salvador. San Pablo enseña que Cristo nos libera del pecado y nos une a Dios (Cf. Efesios 2:5). María es la primera.
  • Según algunos hermanos separados, María reconoce que ella era pecadora y que necesitó ser rescatada por la gracia de Dios (Lucas 1: 28, 47).
Respuesta católica: Que María se declarara pecadora es falso. Que ella se declarara salvada por Dios es verdadero. En Lc 1:48 ella reconoce que fue salvada. ¿De qué? Del dominio del pecado, por gracia de Dios. Pero para eso no tuvo que llegar a pecar. Dios la salvó preservándola del pecado.
El dogma de la Inmaculada Concepción de María no niega que ella fue salvada por Jesús. En María las gracias de Cristo se aplicaron ya desde el momento de su concepción. El hecho de que Jesús no hubiese aún nacido no presenta obstáculo pues las gracias de Jesús no tienen barreras de tiempo y se aplicaron anticipadamente en su Madre. Para Dios nada es imposible.

¿Cómo sabemos que La Virgen María fue concebida sin pecado? La fe católica reconoce que la fuente de la revelación Bíblica necesita ser interpretada a la luz de la Tradición recibida de los Apóstoles y según el desarrollo dogmático que, por el Espíritu Santo, ha ocurrido en la Iglesia. De esta manera lo que esta ya en la Biblia en forma de semilla se llega a entender cada vez mejor. 

Duns Escoto: "Pudo, quiso, luego lo hizo”

El franciscano Juan Duns Escoto, al principio del siglo XIV, inspirado en algunos teólogos del siglo XII y por el mismo San Francisco (siglo XIII, devoto de la Inmaculada), brindó la clave para superar las objeciones contra la doctrina de la Inmaculada Concepción de María. El sostuvo que Cristo, el mediador perfecto, realizó precisamente en María el acto de mediación más excelso: Cristo la redimió preservándola del pecado original. Se trata una redención aún más admirable: No por liberación del pecado, sino por preservación del pecado.

Escoto preparó el camino para la definición dogmática. Dicen que su inspiración le vino al pasar por frente de una estatua de la Virgen y decirle: "Dignare me laudare te: Virgo Sacrata"  (Oh Virgen sacrosanta dadme las palabras propias para hablar bien de Ti).

1. ¿A Dios le convenía que su Madre naciera sin mancha del pecado original? - Sí, a Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más honroso, para Él.
2. ¿Dios podía hacer que su Madre naciera sin mancha de pecado original? -
Sí, Dios lo puede todo, y por tanto podía hacer que su Madre naciera sin mancha: Inmaculada.
3. ¿Lo que a Dios le conviene hacer lo hace? ¿O no lo hace? Todos respondieron: Lo que a Dios le conviene hacer, lo que Dios ve que es mejor hacerlo, lo hace.
Entonces Escoto exclamó: Luego
1. Para Dios era mejor que su Madre fuera Inmaculada: o sea sin mancha del pecado original.
2. Dios podía hacer que su Madre naciera Inmaculada: sin mancha.
3. Por lo tanto: Dios hizo que María naciera sin mancha del pecado original. Porque Dios cuando sabe que algo es mejor hacerlo, lo hace.

Conclusión

Dado que este es un tema muy controvertido para los no católicos, para finalizar toca insistir en que con todo lo bendita que la Virgen María es, con todo lo Inmaculada que es, con todo lo digna de honra que es, no deja de ser una criatura. Por tanto hay un abismo insondable entre ella y su Creador. Y no hay ni un solo privilegio que ella tenga que no le venga dado de su condición de esclava de Dios y Madre del Salvador. Por ello los católicos sabemos que honrar a María da gloria a su Hijo. Sabemos que amar a María es fruto del amor por su Hijo. Sabemos que bendecir a María es bendecir a su Hijo y que eso es fruto del Espíritu Santo obrando en nuestras vidas. Y sabemos que cuanto más se la honra, más se la ama y más se la bendice, más gloria recibe el Dios que es su Padre, el Dios que es su Hijo y el Dios que la cubrió con su gloria que es el Espíritu Santo.

Reina concebida sin pecado original, ruega por nosotros.



Fuentes
Corazones.org: http://www.corazones.org/maria/ensenanza/inmaculada_conc.htm
Catholic.net: http://es.catholic.net/op/articulos/55335/cat/349/kejaritomene-la-llena-de-gracia.html
Infocatolica.com: http://infocatolica.com/blog/coradcor.php/explicando_el_dogma_de_la_inmaculada_con