Diferencias entre protestantes y católicos por la celebración de Todos santos.

Por Laura Aguilar Ramírez.
de Puntadas de familia

Buscando una manera de cómo explicar a los niños el porqué no es bueno celebrar Halloween, encontré dos puntos de vista cristianos:  el de las iglesias protestantes o no católicas y el de la Iglesia Católica.

Ambas coinciden en rechazar la celebración del Halloween y ambas por las mismas razones:

  • No es una fiesta agradable a Dios, sus orígenes son de fiestas paganas dedicadas a dioses feroces que exigían sacrificios humanos. Aunque después fueron cristianizadas, convirtiéndose un rito Samhain (culto a los muertos) en "All Hallow's Eve" (Vigilia de todos los Santos)
  • Grupos satánicos celebran sus reuniones y cultos en fechas especiales, siendo la principal el 31 de Octubre.
  • Está basada en el miedo 

¿Cuál es entonces la diferencia entre el discernimiento de las iglesias protestantes y la Iglesia Católica?
:Los protestantes se separaron de la Iglesia católica en el siglo XVI. La ruptura incluyó bastantes diferencias doctrinales y prácticas.
Como son:

La forma en que se entiende la Palabra de Dios.
-Las Iglesias protestantes son renuentes a cualquier tipo de celebración.Y por supuesto, no oran por el descanso de las almas de los fallecidos.
-La Iglesia Católica dedica en cambio todo un mes a orar por los fieles difuntos, así como lo realiza en cada misa.  Si te interesa saber porqué se ora por los difuntos y basado en qué partes de la Biblia se hace, puedes leerlo AQUI

La forma en que se trasmite la Palabra de Dios
-Las iglesias protestantes normalmente tratan de borrar todo lo anterior al conocimiento de Cristo, dejando un vacio en la vida de las personas.
-La Iglesia Católica hace de la persona, una "piedra de crecimiento" sobre la cual Cristo es la roca y sustenta su palabra. Cristo no "desaparece" a la persona, sino que saca lo mejor de ella, la verdad que lleva en su interior y con la cual fué criada por Dios.

La forma en que se hace la evangelización
-Las iglesias protestantes rechazan cualquier festejo ajeno a su Comunidad o su centro comunitario
-La Iglesia Católica prolonga el festejo que empieza en la Eucaristía, llevándolo al entorno en donde se desarrolla la persona.

Es por ello que las iglesias protestantes, están en contra de cualquier festejo y la Iglesia Católica promueve festejos por los difuntos, porque creemos que el gozo eterno, empieza en éste mundo y porque es de festejarse el que alcancen la Gloria de Dios.
¿O no te alegrarías sabiendo que tus seres queridos están gozando y festejando estar en la Gloria?

Nosotros no sabemos en qué sitio se encuentren nuestros deudos, porque sólo a Dios corresponde el Juicio y sólo Dios sabe sus designios y aquellos a los que El en su infinita sabiduría da a conocer.
Por lo tanto, celebramos la llegada de aquellos que gozan de su presencia y oramos por aquellos que aún no lo hacen, basados en el poder de la oración de intercesión, que podemos ver cuando la Virgen en la Boda de Caná hizo, pidiendo a su Hijo interviniera a favor de los festejos y en la gran misericordia de Cristo cuando dijo "Pedid y se os dará. Lo que pidan en mi Nombre les será concedido"

Confiados en ello, pedimos por el descanso de nuestros seres queridos. Y festejamos su llegada a la presencia de Dios.

Te comparto ambos puntos de vista a continuación

PUNTO DE VISTA PROTESTANTE

Por qué los creyentes no debemos celebrar Halloween
7 de octubre de 2012 a las 17:08
SI AMAS A DIOS DI NO AL HALLOWEEN

Rafael Fuente Ayala Facebook

¿Sabía que el Halloween es una tradición que va contra nuestra fe cristiana?
Si usted es una persona creyente no permita que su familia participe en estas fiestas a ningún nivel.

Si sólo es cosa de niños, ¿qué tiene de malo?
Antes que nada le recordamos que esta información va dirigida a gente que cree en Dios. Si usted no es creyente es probable que lo que va a leer le parecerá sin sentido.
Halloween aparte de no ser una tradición cristiana, es todo lo contrario, es una fiesta de origen satánico. Tal vez la manera en que hoy se celebra parezca cosa de niños, pero, ¿se ha preguntado cuál es su origen? ¿Cuál es su fondo?¿ Porqué se celebra el 31 de octubre?

Entonces, ¿de dónde viene el Halloween?
El 31 de octubre es el día de la fiesta más importante de los brujos y de los satanistas. Si usted cree que no existen personas así, está en un error. De hecho hay países donde la Iglesia satánica está registrada. Tal es el caso de Estados Unidos, donde en la década de los sesenta se aprobó el primer registro de una Iglesia Satánica. Por si esto fuera poco, existen asociaciones nacionales e internacionales de brujas y brujos. La más reconocida, con varias divisiones y variantes, es la Wicca. Sus “congresos” y festividades no son un secreto.
Los seguidores de las fuerzas del mal tienen varias festividades a lo largo del año, generalmente relacionadas con ciclos de la naturaleza. Dos de sus grandes eventos se festejan el día último de octubre, y que actualmente se han fusionado en una sola tradición, “Halloween”. Estos festejos son el “Sabbat” y el festival de Samhain.

Orígenes del Halloween.
El festival de Samhain era celebrado cada 31 de octubre por los celtas, antiguos habitantes del ahora Reino Unido. Samhain era su dios y “señor de la muerte”, y los honraban ese día ofreciéndole sacrificios de sus cosechas, animales y humanos. Los druidas, sacerdotes de los celtas, solicitaban a algunos pobladores que ofrecieran a un bebé o una virgen, para sacrificarla esa noche; en la cual el “señor de la muerte” los visitaría junto con sus demonios. Quienes se negaban a entregar la víctima eran marcados en la puerta de su casa para que esa noche los demonios los destruyeran, y quienes cooperaban eran protegidos de los espíritus mediante una verdura o legumbre dentro de la cual se ponía una vela (¿no le suena parecido a lo de la calabaza iluminada?). Durante la ceremonia los druidas se disfrazaban con las pieles de los animales sacrificados para sacar del pueblo a los demonios que los visitaban y poder regresar a la normalidad al día siguiente. Con las cenizas y restos de los sacrificios los druidas hacían un rito para conocer el futuro de los siguientes doce meses.
Por su parte el Sabbat es lo que conocemos como “Fiesta de Brujas”. En ellas las brujas y brujos se reunían para ofrecer sacrificios a Satanás (“señor de la muerte”) mediante ritos, actos sexuales y muerte. Existen varias fechas especiales para celebrar sabbats a lo largo del año, pero la principal es el 31 de octubre.

Pero el Halloween actual no tiene nada que ver con eso.
Aparentemente, pues no olvide que hay gente que está envuelta en las fuerzas del mal y sí lo celebra en serio. Sabemos que los niños participan inocentemente pero, ¿le parece correcto que una familia creyente celebre una tradición satánica?, ¿aceptaría que alguien de su familia vistiera una camiseta donde se blasfema contra Jesucristo? Entonces no meta a su casa fiestas del enemigo de Dios.
Ahora que conoce que esta es una festividad de origen contrario a Dios, ¿le parece correcto que sus niños se disfracen como bruja y crean que es algo bonito?; ¿mandaría a sus hijos a una celebración de una religión contraría a la suya? Entonces no los deje festejar una tradición de una religión ocultista y contraria a su fe y a Dios.

Pero es que todos lo celebran.
El hecho de que algo sea practicado por la mayoría o sea una tradición popular no significa que sea correcto o que Dios lo apruebe. Recordemos las palabras de Jesús que encontramos en el Evangelio escrito por San Mateo: “¿por qué también ustedes desobedecen el mandato de Dios para seguir sus propias tradiciones?... Hipócritas, bien habló el profeta Isaías de ustedes, cuando dijo: Este pueblo me honra con la boca, pero su corazón está lejos de mí…”
No permita que la presión social y “el qué dirán” le gane a su fe; no se contradiga entre lo que cree y lo que hace. No demuestre a sus hijos que las cosas de Dios no importan. No les enseñe por un lado que debemos amar a Dios, seguir sus mandamientos e ir a la Iglesia y por el otro les permita que festejen una tradición ocultista disfrazados de Satanás, brujas, muertos, demonios y demás. Así, ¿Cómo van a tomar en serio las cosas de Dios? Sea un ejemplo de congruencia en su fe y respeto a Dios para su familia. ¡Manténgase firme en su fe! Cuide la vida espiritual de su casa, pues Halloween se mueve a nivel espiritual y puede afectar a su familia.

Pero si no creo en el mundo espiritual, ¿en qué me afecta?
La realidad espiritual existe aunque usted no crea en ella; es como si alguien no creyera en el mundo celular y microscópico porque no lo ve; pero no por eso va a dejar de existir y de afectarle en su propio cuerpo. Igual sucede con la realidad espiritual. Podemos ignorarla pero ahí está y nos afecta, aunque no lo creamos. En la dimensión espiritual sólo hay dos bandos: el del bien ( Dios) y el del mal (Satanás). De hecho el mundo espiritual es tan real que hay gente que se mueve en él, para bien o para mal, y leen el futuro con las cartas, café, mano, etc. Otros realizan limpias o daños, etc. Todas estas prácticas, como la del Halloween, son del reino del mal, nos lo dicen claramente las Escrituras.

¿Y que pasa si alguien participa por ignorancia?
Esta pregunta es una triste prueba de cómo las tradiciones paganas y anti cristianas, como el Halloween, se han infiltrado en nuestra sociedad, pues ¿cómo es posible que creamos que una fiesta donde todo gira alrededor de diablos, brujas, monstruos y demonios pueda agradar a Dios? Además usted ya no es ignorante al respecto por lo tanto sólo le quedan dos alternativas: o permanecer del lado de Dios a pesar de las críticas o comentarios de sus amigos y familiares o dejarse llevar por la presión social y participar conscientemente en una tradición de la Iglesia Satánica. En otras palabras, ¿es su fe sólo un cumplimiento social y de domingo o es realmente un compromiso de fidelidad a Dios? Depende totalmente de usted.

PUNTO DE VISTA CATOLICO


Por Jaime Velázquez Jaime@catolicosfirmesensufe.org

Resulta hasta gracioso ver a los niños, y otros no tan niños, disfrazarse en esta fecha e ir de puerta en puerta pidiendo “¿dulces o truco?”. Pues bien, nos hemos acostumbrado tanto a esta “celebración” que hay incluso quienes piensan que es un “Día de Muertos” al estilo estadounidense. Pues no, no es así.

La palabra
Para comprender esta tradición que poco a poco se va arraigando en nuestra sociedad, es importante destacar el origen del Halloween. Empezaremos diciendo que la palabra “Halloween” tiene un origen católico, pues es una deformación lingüística de la frase "All Hallow's Eve" (Vigilia de todos los Santos) que conmemoraba la fiesta de Todos los Santos, que desde el siglo IX se conmemora universalmente en la Iglesia Católica en los días 1º de noviembre, por instrucción del Papa Gregorio IV.

Esta fiesta de víspera católica, a causa de las enfermedades, como la peste bubónica que mató casi a la mitad de la población europea en el siglo XIV, se fue deformando en una sátira de la muerte misma, de ahí que los franceses representaban figuras decorativas alusivas a nuestra propia mortalidad, ya sea mediante cuadro o caracterizaciones, dando lugar al hecho de que hoy los niños se disfrazan para salir a pedir dulces a las calles. En aquellas épocas no se disfrazaban de momias o brujas, sino de personajes famosos en cada sociedad.

¿Dulce o truco?
La costumbre de pedir dulces conlleva un origen aún más perverso. Durante el siglo XVI, Inglaterra había adoptado el Anglicanismo a causa de la lujuria del rey Enrique VIII, a quien el Papa Clemente VII le negó una nulidad matrimonial con Catalina de Aragón, generando la ruptura de la fidelidad religiosa.

A causa de esta ruptura y el surgimiento del anglicanismo, el pueblo católico fue perseguido por casi 200 años, incluso estaba prohibida, bajo pena de muerte, toda celebración religiosa católica. No sobra decir que durante esta época, muchos católicos, sacerdotes, religiosos y laicos encontraron el martirio.

Siendo el Rey de Inglaterra Jaime I, se descubrió un intento de asesinato en su contra por parte de católicos cansados de la opresión legal y religiosa. Para conmemorar este hecho, se fue haciendo costumbre en los primeros días del mes de noviembre, que jóvenes anglicanos, con máscaras, salieran a las calles a exigir a los católicos que les entregaran cerveza y comida para celebrar el fallido intento de asesinato.

Estas costumbres emigraron y se arraigaron en las comunidades de colonos en América, pero no fue hasta el surgimiento del mercantilismo que el Halloween tomó fuerza. Es a partir de la década de los 20’s del siglo pasado que se conmemoró por primera vez un desfile al estilo Halloween en los Estados Unidos. Así que la fiesta, como la conocemos hoy, tiene un origen reciente.

Satanismo
Comprendiendo el sentido anticatólico de la fiesta del Halloween, siendo una deformación de la víspera de la Fiesta de Todos los Santos, aunado con el abuso de grupos religiosos contra los católicos, es que la Iglesia Católica siempre se ha pronunciado en contra de esta celebración, no solo por su contenido histórico, sino por las corrientes de pensamiento que en ella se ven involucradas.

La correspondencia entre el Halloween y el satanismo no solo obedece al tipo de disfraces, sino a un verdadero sentido de adoración satánica. El sumo sacerdote satanista Anton LaVey, quien además escribió "La biblia satánica” decía que esa era la fiesta más importante del satanismo. Como dato curioso, Anton Lavey murió en el hospital St. Mary de Londres, un hospital católico, y su registro de fallecimiento es de fecha 31 de Octubre de 1997, aunque se especula con la veracidad de esta fecha.

Otras fiestas ocultistas y espiritistas tienen lugar en todo el mundo en esta fecha, y ha sido adoptada como fecha principal en el surgimiento de los cultos nuevos, como son la Wicca y la New Age. Y como ya sabemos, eso solo es por simple superstición
.
El culto a lo grotesco
La lógica nos lleva a pensar que entre más grotesco sea algo, menos atractivo debería ser para el ser humano, pues en este caso, resulta lo contrario. La sociedad actual se ve fuertemente atacada por el “culto a lo grotesco”. Entre más repulsivo sea, mejor.

Los efectos del mercantilismo, del consumismo y, por qué no decirlo, de la estupidez humana, nos llevan a dar un culto absurdo a lo grotesco. Y eso incluye muchos aspectos de nuestras vidas, no solo en el Halloween. Cada día nos vamos haciendo inmunes a lo repulsivo. Aspectos de la vida cotidiana como la sexualidad, la vestimenta, la cultura urbana, los espectáculos, la música se van vaciando de la belleza, sustituyéndose por lo grotesco, por la fealdad.

Y Halloween es el ejemplo perfecto de esta falsa cultura. Pues entre más feo te veas, mejor; entre más repulsivo seas, mejor; entre más violento luzcas, mejor. Celebramos a la maldad y la representamos en nuestros propios hijos, como si de verdad quisiéramos que fueran zombies, brujas, momias, asesinos o monstruos. Muchos dirán que es solo un disfraz y solo piden dulces, sin embargo, les vamos inculcando una ideología de que lo malo es permitido, es válido ser malo, aunque sea por un día. Eso es relativismo puro, un relajamiento en la vida de la virtud, una nube en la formación de la conciencia de nuestros hijos.

Padres de familia
Independientemente del origen y sentido de la fiesta del Halloween, deben considerar algo más próximo en riesgo. Deben tomar en cuenta que no es prudente que los niños anden por las calles tocando de casa en casa pidiendo dulces. Están al alcance de la mano de cualquiera que quiera lastimarlos, o incluso introducirlos al mundo de las drogas. Aún si los acompaña un adulto, es una ocasión de riesgo que debe considerarse seriamente.

Para los adolescentes y jóvenes resulta en una atractiva ocasión para divertirse y no pocas veces, termina en excesos de alcohol u otras sustancias, lo que puede ser otro factor de riesgo. La recomendación es simple, no celebren Halloween, no tenemos motivo alguno para hacerlo. Ni siquiera es fiesta nuestra, es importada de comunidades con un pasado anticatólico y no ofrece un mensaje válido, es solo celebrar lo grotesco.

Opción
En países como Chile y Francia, se pretende dar un cambio radical a esta fiesta y darle un cauce más positivo, o mejor dicho, más cristiano: retomar el All Hallow’s Eve del siglo IX. En Chile, por ejemplo, se pretende celebrar “El día de la Primavera” y que los niños se disfracen de ángeles, santos y princesas, dejando de la lado las caracterizaciones grotescas.

El Episcopado Francés ha lanzado desde hace varios años, una fuerte campaña de publicidad del verdadero y correcto sentido de la Víspera de la Fiesta de Todos lo Santos Se pretende sustituir el Halloween por el Holy Wins (La Santidad Gana) de una forma creativa, dando auge a lo santo, a lo bueno, a lo limpio, a lo puro; y no a lo grotesco.

El Beato Juan Pablo II dijo con toda claridad:

"San Odilón deseó exhortar a sus monjes a rezar de modo especial por los difuntos. A partir del Abad de Cluny comenzó a extenderse la costumbre de interceder solemnemente por los difuntos, y llegó a convertirse en lo que San Odilón llamó la Fiesta de los Muertos, práctica todavía hoy en vigor en la Iglesia universal".

"Al rezar por los muertos -dice el Santo Padre-, la Iglesia contempla sobre todo el misterio de la Resurrección de Cristo que por su Cruz nos obtiene la salvación y la vida eterna. La Iglesia espera en la salvación eterna de todos sus hijos y de todos los hombres".

Vivir de manera correcta la celebración de la Víspera de la Fiesta de Todos los Santos solo nos puede traer como consecuencia una sola cosa, las Gracias Divinas por medio de la intercesión de Todos los Santos, a quienes rendimos honor y gloria por ceñir en ellos la corona de la victoria.

No celebres el Halloween, celebra el All Hallow’s Eve, como la iglesia lo ha venido haciendo desde hace 12 siglos. Vive y conoce tu fe.