“Infalibilidad Papal explicada con manzanitas”
Manuel Cuevas
El católico medio sabe que el Papa es el Vicario de Cristo, el Sucesor de San Pedro, el Pontífice de la Iglesia Católica y como tal le debemos obediencia y fidelidad pues es quien Dios ha dispuesto a guiar a su Iglesia en determinado momento de la historia. La fe católica sostiene que el primado pontificio no es una institución humana (o de derecho eclesiástico), sino de origen divino (Mt 16,18-19).
La Iglesia Católica es el Cuerpo Místico de Cristo quien es la cabeza, los fieles son los miembros y el Espíritu Santo es el alma.
Leo XIII ( Satis Cognitum ) y Pío XII ( Mystici Corporis), pero también Benedicto XVI (Ángelus 31 de mayo de 2009), han definido el Espíritu Santo “Alma de la Iglesia”. Hay una presencia del Espíritu Santo en cada alma en gracia, pero también hay una presencia indefectible en todo el cuerpo de la Iglesia, como el Espíritu de verdad y sabiduría hasta el ocaso (Mt 28,19-20).
“Todo el mundo yace bajo el poder del Maligno” dice la Sagrada Escritura 1 Juan 5,19 y por lo que podemos ver en abierta ofensiva contra Dios y su Iglesia, tanto fuera de ella con sus tradicionales enemigos masones, musulmanes, ateos, comunistas, feministas, pro abortistas, satanistas, pero sobre todo con los enemigos que actúan dentro de la misma Iglesia y que han traído relativismo, herejía, idolatría y confusión a la grey del Señor.
Es por eso que debemos conocer lo que debemos creer y hacer, para que sigamos perseverando y confiando en la promesa de N.S. Jesús que las fuerzas del infierno “Non pravalebunt”, no prevalecerán contra la Iglesia y que Cristo no nos dejará en esta hora oscura en que sus enemigos se regodean de su aparente triunfo cuando no reconocen que ya han sido vencidos por Cristo, Rey y Señor del universo.
Los fieles católicos de acuerdo al Código de derecho Canónico vigente debemos saber lo siguiente:
Los laicos tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores, y habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas.
#Canon 212 § 3
Sabemos que el Papa tiene una verdadera potestad, no una simple autoridad moral. “El Romano Pontífice posee, como supremo pastor y doctor de la Iglesia, la potestad de jurisdicción suprema, plena y universal, ordinaria e inmediata, sobre todos y cada uno de los pastores y fieles”. Así lo declaró el Concilio Vaticano I en 1870, repitiendo el magisterio anterior, en particular el Concilio de Florencia (s. XV). Esta doctrina fue reiterada por el Concilio Vaticano II en la constitución Lumen gentium (n. 22)
La potestad del Papa también se define como suprema.
NO QUIERE DECIR QUE SEA UN PODER ABSOLUTO: EL ROMANO PONTÍFICE ESTÁ SUBORDINADO A LA PALABRA DE DIOS, A LA FE CATÓLICA, Y ES GARANTE DE LA OBEDIENCIA DE LA IGLESIA y es, en este sentido, servus servorum Dei, siervo de los siervos de Dios. EL EJERCICIO DE SU AUTORIDAD DEBE RESPONDER A LA FIDELIDAD A LA DOCTRINA RECIBIDA POR LA IGLESIA, QUE ES EL DEPÓSITO DE LA FE.
Esta potestad es suprema porque contiene una ausencia de subordinación respecto de cualquier otra instancia eclesiástica o civil, no una independencia absoluta. Por eso, el Papa no puede cambiar el depósito de la fe. Un ejemplo es el que dio Juan Pablo II en 1994 al confirmar solemnemente que las mujeres no pueden acceder al sacerdocio. No dijo que no permitiría la ordenación de mujeres, sino que no tenía poder para hacerlo. Se remitió a la tradición unánime de la Iglesia, que siempre ha considerado esa doctrina como recibida de Cristo y por tanto irreformable.
El Papa de acuerdo al Código de Derecho Canónico que es el que rige y norma lo que sucede en la Iglesia dice:
El Obispo de la Iglesia Romana, en quien permanece la función que el Señor encomendó singularmente a Pedro, primero entre los Apóstoles, y que había de transmitirse a sus sucesores, es cabeza del Colegio de los Obispos, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia universal en la tierra; el cual, por tanto, tiene, en virtud de su función, potestad ordinaria, que es suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia, y que puede siempre ejercer libremente.El Papa adquiere su potestad en el momento de su elección; además, puede renunciar:
Canon 331
El Romano Pontífice obtiene la potestad plena y suprema en la Iglesia mediante la elección legítima por él aceptada juntamente con la consagración episcopal. Por lo tanto, el elegido para el pontificado supremo que ya ostenta el carácter episcopal, obtiene esa potestad desde el momento mismo de su aceptación. Pero si el elegido carece del carácter episcopal, ha de ser ordenado Obispo inmediatamente.
Canon 332 § 1
Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie.Funciones del Papa
§ 2
La misión del Papa es la confiada a Pedro, según los Evangelios: Jesucristo le dio las “llaves del Reino de los Cielos”, con el poder de “atar y desatar” (cfr. Mt 16, 19), para “confirmar a los hermanos en la fe” (cfr. Lc 22, 32) y “apacentar su rebaño” (cfr. Jn 21, 15-17).
O sea, es un servicio a la unidad de la Iglesia en la fe y en la comunión. Se resume en dos aspectos: enseñanza y gobierno. Al obispo de Roma, corresponde la tarea de enseñar la verdad revelada y mostrarla a los hombres.
Es una misión eminentemente positiva, no se limita a condenar los errores doctrinales. El Papa realiza esta misión de enseñanza de tres modos principales, explicaba Juan Pablo II: “Ante todo, con la palabra”; en segundo lugar, mediante escritos, propios o publicados con su autorización por la Curia Romana; tercero, mediante iniciativas institucionales para impulsar el estudio y la difusión de la fe, como se suele hacer a través de distintos consejos pontificios (Catequesis de Juan Pablo II).
Esta autoridad doctrinal suprema reside a la vez en el colegio episcopal junto con su cabeza, el Papa. Así se manifiesta, de modo singular, en los concilios ecuménicos. Por tanto el Papa es nuestro guía, pastor y maestro para que entendamos y conozcamos la doctrina católica y la revelación divina de parte su ya que es el guardián del depósito de la fe.
Pedimos la confirmación en la fe al Papa y los Obispos por eso puntualicemos;
¿Es infalible el Papa?
La respuesta es: Lo es sólo cuando desde su ministerio petrino, habla “Ex Cathedra” sobre fe y moral, eso enseña el dogma de la infalibilidad y pueden checarlo en la Encíclica “Pastor Aeternus”.
Según el dogma expuesto por el Concilio Vaticano I, el Papa goza de infalibilidad “cuando, cumpliendo su oficio de pastor y doctor de todos los cristianos, define en virtud de su suprema autoridad apostólica que una doctrina sobre la fe o las costumbres debe ser sostenida por la Iglesia universal”. Cuando el Papa pronuncia una definición infalible, se dice que habla ex cathedra. La misma infalibilidad tienen las doctrinas expuestas con igual tenor por el colegio episcopal junto con el Papa (cfr. Código de Derecho Canónico, canon 749).
Esta autoridad magisterial es la de declarar lo contenido en la Revelación, como precisa el mismo Concilio: “El Espíritu Santo no fue prometido a los sucesores de Pedro para que por revelación suya manifestaran una nueva doctrina, sino para que, con su asistencia, santamente custodiaran y expusieran fielmente la revelación transmitida por los apóstoles”.
¿Significa que el Papa nunca se equivoca?
No es así, el Papa tiene la asistencia del Espíritu Santo cuando ejerce su ministerio como Pastor de la Iglesia y habla “Ex Cathedra”, pero eso no significa que siempre lo haga, ni que no pueda equivocarse o incluso cometer algún error o pecado, el Papa sigue teniendo su condición humana y libre albedrío intacto, si el Papa le preguntan por ejemplo de música, deportes, cultura y dice algo erróneo, eso no afecta que sea Infalible en cuestiones de fe y moral y bajo las condiciones de ejercer su autoridad como Pastor universal de la Iglesia.
¿Todo lo que dice o afirma el Papa es infalible?
No, no lo es, el Papa durante su día a día mantiene cientos de conversaciones, checa asuntos sobre el gobierno y la dirección de la Iglesia, recibe personas, oficia Misa, etc. y lo que haría cualquier persona con su gran responsabilidad y posición, si bien debemos respeto y fidelidad e incluso obediencia, sabemos que cuando habla el Papa no todo es infalible.
Para los católicos, Cristo primero enseñó y después ordenó a los que le habían escuchado, predicar todo lo que Él había dicho. Sin un magisterio infalible la revelación caería en poder de las inestables opiniones humanas y su interpretación nos llevaría al caos que vemos, por ejemplo, en el protestantismo, por eso estas son las características para que algo sea Infalible
Que el Papa hable no como maestro privado o como obispo de la diócesis de Roma sino en su calidad de Pastor y maestro universal de la Iglesia.
- Que imponga una doctrina a TODA la Iglesia.
- Que lo haga de modo preciso e irrevocable de suerte que quien la rechaza caiga en la herejía.
- Que la intención de definir sea clara y manifiesta sin dejar lugar a dudas
El Papa puede pecar?
Sí, puede hacerlo, como se dijo, el mantiene su condición humana, por tato puede faltar a Dios como cualquier persona y tiene su libre albedrío, para decidir bien o mal lo que el desee personalmente.
Pero entonces, ¿No hay Papas Santos?
El ser Papa, sucesor de San Pedro no es un boleto de impecabilidad o de que todo lo que haga sea perfecto, muchos Papas han sido Santos pero venciéndose ellos mismos desde reconocer su fragilidad y abandonarse a la voluntad del Señor han logrado ese estado de gracia y amistad con Dios que es la santidad. Hay grandes santos que han sido Papas, como también algunos que han sido todo lo contrario y que sin embargo no por ello deja de ser la Iglesia Católica la verdadera Iglesia de Cristo, pues el Señor se sirve de nosotros para escribir y aun de los papas que no han sido los mejores han hecho lo que Dios ha destinado para cada momento de la historia.
¿Un Papa puede caer en herejía?
Sí, mantiene su libre albedrío y puede pecar y equivocarse cayendo en la herejía como cualquiera de nosotros. El eminente teólogo dominico Domingo Báñez, comentando la Suma Teológica del Aquinate (In IIam-IIae, q. 1, a. 10) y retomando la hipótesis de su hermano de orden el cardenal Tommaso de Vio, llamado Cayetano explica que el Papa, si, por pura hipótesis investigativa, cayese en herejía, seguiría siendo Papa.
En efecto, la falta de la gracia santificante lo separaría del Alma de la Iglesia y la falta de fe de Su Cuerpo, pero la jurisdicción visible del Pontífice romano no sería herida ya que ella se refiere al gobierno visible de la Iglesia, que es una sociedad visible y no puede ser privada de la Primera Autoridad visible que la gobierna a causa de la falta en esta última de la gracia o de fe, las cuales son hábitos sobrenaturales invisibles
¿Un Papa puede ser juzgado por un Concilio u otros Obispos?
No, nadie puede juzgar al Papa, solamente Dios, el Papa dará cuenta directamente a Dios de su proceder y de sus decisiones, si lleva error, o desvió la barca de Pedro de su destino que es Cristo será juzgado por eso, al igual que nosotros seremos juzgados de ser fieles a Cristo y a su Iglesia
En el caso de un Papa malo, que lleve a la Iglesia hacia una grave crisis de fe y de costumbres, como ninguna autoridad humana es superior al Papa, se puede pedir a Dios que lo convierta o que se lo lleve de esta tierra como enseña Santo Tomás de Aquino: “El mal prelado puede ser corregido por el inferior que recurre al superior denunciándolo, y si no hay un superior [como en el caso del Papa, cuyo superior es sólo Cristo, ], recurra a Dios para que lo corrija o se lo lleve de la faz de la tierra” (IV Sent., dist. 19, q. 2, a. 2, qcl. 3, ad 2). En ningún caso se puede juzgar al Papa [con un veredicto jurídico, se entiende] y deponerlo del Papado: “Prima Sedes a nemine judicatur”. El Concilio Vaticano I (IV sesión, 18 de julio de 1870, Constitución dogmática Pastor aeternus) definió dogmáticamente el principio de la injudiciabilidad del Papa por toda autoridad humana o eclesiástica[xi]. El CIC de 1917, en el canon 1556, retomando la definición dogmática del Vaticano I, estableció el principio: “Prima Sedes a nemine judicatur”, retomado también tal cual por el CIC de 1983, canon 1404.
¿Le debemos obediencia al Papa todos los Católicos?
Sí, todos los católicos estamos obligados en conciencia y por el Código de Derecho Canónico, el Catecismo de la Iglesia Católica y la Sagrada Escritura a seguir y mantener obediencia y fidelidad al que sea Papa legitimo sucesor de San Pedro, en nuestro caso actualmente es el Papa Francisco y a menos que renuncie o muera y venga otro Papa a él debemos respeto y obediencia.
En caso de cisma y que se proclamara uno o varios Papas, ¿Qué haríamos?
Seguir fieles al que demuestre la legitima sucesión apostólica de San Pedro, pues es nuestra garantía de estar en la verdadera Iglesia de Cristo, aunque existan malos pastores dentro de ella, aunque se profane y cometan abusos y sacrilegios, la Iglesia de Cristo permanece a pesar de nuestros pecados y defectos. En este caso el legítimo sucesor de San Pedro es el Papa Francisco.
Si el Papa comete pecado o herejía, ¿Deja de ser Papa?
Este es un punto muy delicado que los teólogos y expertos en derecho canónigo deben dilucidar, pues hay diferentes opiniones, como mencioné, solo Dios puede juzgar al Papa y declararlo hereje debemos diferenciar entre herejía formal y material para que se concluyera que es realmente hereje, pero por el momento nadie puede saberlo.
Como decía el Teólogo dominico Báñez, el Papa hipotéticamente hereje, no sería miembro vivo de la Iglesia por falta de la gracia, no haría parte ya del Cuerpo de la Iglesia por error contra la fe, pero sería su Cabeza visible en acto en cuanto al gobierno o a la jurisdicción: “El Papa no es Cabeza de la Iglesia en razón de la santidad o de la fe porque no es por ello que puede gobernar a los miembros de la Iglesia, sino que es Cabeza suya en razón del oficio ministerial, que lo hace apto para dirigir y gobernar la Iglesia mediante el gobierno externo y visible y a través de la jerarquía eclesiástica, que es visible y palpable. Por lo tanto, según el influjo espiritual de la gracia y de la fe, no es miembro de la Iglesia de Cristo, si no las tiene; por el contrario, según el poder de gobernar y dirigir la Iglesia, es su Cabeza visible en acto” (In IIam-IIae, q. 1, a. 10, Venezia, 1587, coll. 194-196)“la Cabeza gobierna y el miembro recibe la vida de la gracia.
Por lo tanto, si el Papa cayese en herejía, mantendría aún la jurisdicción con la cual gobernaría la Iglesia, pero no recibiría ya el influjo de la gracia santificante y de la fe por parte de Cristo, Cabeza invisible de la Iglesia y, por lo tanto, no sería miembro de Cristo y de la Iglesia.
Un gran teólogo, el padre Réginald Garrigou-Lagrange, dice que sí. Un Papa hipotéticamente herético oculto permanecería siendo miembro de la Iglesia en potencia, pero no en acto, y mantendría la jurisdicción a través de la cual gobierna visiblemente la Iglesia, eso se lo dejamos finalmente a los teólogos y canonistas, nosotros los fieles debemos perseverar en la fe católica.
¿El Papa puede cambiar la doctrina Católica?
NO ABSOLUTAMENTE NO, NADIE NI EL PAPA NI SÍNODOS O CONCILIOS PUEDEN CAMBIAR LA REVELACIÓN DIVINA.
El Papa es el Vicario de Cristo el pastor que guía a su Iglesia el que es depositario de la revelación divina, pero no el dueño de la Iglesia, SOLAMENTE DIOS ES QUIEN PUEDE CAMBIAR LA DOCTRINA CATÓLICA NADIE MÁS. Así que si el Papa, hipotéticamente, nos pidiera cometer idolatría postrándonos ante ídolos en contra del Primer Mandamiento, no tenemos obligación de obedecerlo, o si pidiera hacer cualquier cosa que fuera contraria a la doctrina Católica y a la continuidad del Magisterio infalible de la Iglesia no tenemos obligación pues la Iglesia y la doctrina es de Cristo y nosotros seguimos a Dios que ya ha revelado lo necesario para la salvación del mundo entero.
Nos dice santo Tomas de Aquino “El Papa posee tal plenitud de poder dentro de la Iglesia que puede prescindir de regulaciones puramente eclesiásticas. Que son ordenanzas que pertenecen a la ley positiva, es decir, la ley humana. Pero no puede dispensar de los preceptos de la ley divina y la ley natural, cuya fuerza proviene del decreto divino (Summa Theologica Quodlibets 4,8,13)
Entonces, ¿Los documentos qué salgan del sínodo y firme el Papa forman parte del Magisterio?
Debemos entender que el Magisterio puede ser ordinario o extraordinario
Magisterio Ordinario: Oficio de enseñar ejercicio de forma corriente por el concilio ecuménico, por el papa y sus colaboradores cercanos, así el Magisterio Ordinario es la función de enseñar que ejercen los obispos en comunión con el Papa sobre la comunidad que le ha sido encomendada. Se llama ordinario, porque se ejerce ordinariamente mediante la catequesis y la predicación, sin ninguna solemnidad especial. Exige de los fieles nuestra adhesión al contenido de la fe enseñado, si bien no está libre en absoluto del error, no implica infalibilidad forzosamente. (CIC n. 753; Catecismo, n. 85, 2034)
Magisterio Extraordinario: El que versa sobre las DEFINICIONES DOGMÁTICAS formuladas por un concilio ecuménico o por el papa cuando habla ex cathedra y como Pastor de la Iglesia universal lo dice solemnemente ; goza de infalibilidad
Es conveniente notar que solamente la enseñanza dirigida a toda la Iglesia Universal expresa el Magisterio Ordinario en su sentido pleno. Los documentos del Sínodo, no pertenecen, en el mismo grado, al Magisterio Ordinario como aquellos discursos dirigidos a la Iglesia Universal. Sin embargo hay que notar que cuando el Papa enseña, aunque sea sobre un tema general o específico, frecuentemente se refiere a verdades que con anterioridad pertenecen al magisterio.
El Papa, con mucha frecuencia, trata cuestiones sociales, económicas y políticas específicas con el propósito de derramar sobre las mismas la luz del Evangelio. Aparte de enseñar ciertos principios morales, también usualmente recomiendan formas de acción práctica. Estas últimas proposiciones merecen respetuosa consideración, pero no llaman al ejercicio del asentimiento religioso de la misma manera que lo exige la enseñanza en fe y moral cuando en ejercicio de su Magisterio habla “Ex Cathedra”. Los católicos son libres para presentar soluciones prácticas alternativas, siempre y cuando acepten los principios morales expuestos por el Papa, pero también solicitar ser confirmados en la fe católica y resolver las dubias o cuestiones que afectan la fe de los creyentes.
En todo caso la autoridad del Papa merece profundo respeto. Los pronunciamientos que no son infalibles no requieren el asentimiento de la fe pero sí una sumisión religiosa de la voluntad y del entendimiento ( Canon 752 Se ha de prestar un asentimiento religioso del entendimiento y de la voluntad, sin que llegue a ser de fe, a la doctrina que el Sumo Pontífice o el Colegio de los Obispos, en el ejercicio de su magisterio auténtico, enseñan acerca de la fe y de las costumbres, aunque no sea su intención proclamarla con un acto decisorio; por tanto, los fieles cuiden de evitar todo lo que no sea congruente con la misma).
La infalibilidad propia de unas pocas definiciones -las dogmáticas- no significa que las enseñanzas del Papa y del colegio episcopal sean “falibles” en los demás casos. Junto a la infalibilidad, existe el carisma de asistencia del Espíritu Santo, concedido a Pedro y a sus sucesores para que iluminen bien al pueblo cristiano. Este carisma no se limita a los casos excepcionales, sino que abarca en medida diferente todo el ejercicio del magisterio. Es lo que se conoce como magisterio ordinario del Papa. Por lo tanto, el Papa es maestro de la verdad también con su magisterio ordinario, siempre y cuando se apegue con fidelidad a la doctrina recibida por la Iglesia, que es el depósito de la fe.
El Profesor Roberto de Mattei lo explica claramente:
“Hoy, aquellos que, siguiendo su conciencia, resisten palabras o actos de la autoridad eclesiástica que difieren de la Tradición de la Iglesia a veces son acusados de ser “enemigos del Papa” o incluso “cismáticos”. Pero las palabras deben sopesarse. Para un católico, las faltas más serias son la oposición a la doctrina de Cristo o la separación de la Iglesia de Cristo. En el primer caso somos herejes, en el segundo caso somos cismáticos. No somos herejes, porque la herejía nos repele: creemos en la doctrina de Cristo tal como se ha enseñado siempre y en todas partes. No somos cismáticos, porque el cisma nos repele: creemos firmemente en el papado, hoy representado por el papa Francisco, cuya autoridad suprema reconocemos. Pero si el Papa Francisco o cualquier otro Papa pronuncian palabras o comete actos que parecen apartarse de la doctrina y las costumbres de la Iglesia, entonces tenemos el derecho de separarnos de estas palabras y de estos actos. La nuestra no es una separación jurídica, sino una separación moral, no del ministerio Petrino, que es una oficina al servicio de la Iglesia, sino una separación del mal servicio que le prestan a la Iglesia aquellos que ocupan esta ministerio Petrino. Reconocemos la primacía de la jurisdicción del Papa sobre todos los obispos del mundo, pero sufrimos cuando vemos que el Papa, en nombre de la sinodalidad, apoya las afirmaciones de las conferencias episcopales, que afirman indicarle un camino sinodal hereje”El Cardenal Raymond Burke y el Obispo Athanasius Schneider nos dicen:
“Afirmamos en presencia de Dios quién nos juzgará: somos verdaderos amigos del Papa Francisco. Tenemos una estima sobrenatural de su persona y del supremo oficio pastoral del Sucesor de Pedro. Oramos mucho por el Papa Francisco y alentamos a los fieles a hacer lo mismo. Con la gracia de Dios, estamos listos para dar nuestras vidas por la verdad de la fe católica sobre la primacía de San Pedro y sus sucesores, si los perseguidores de la Iglesia nos pidieran que negáramos esta verdad. Cuanto más fieles laicos, sacerdotes y obispos se aferran y defienden la integridad del depósito de la fe, más, de hecho, apoyan al Papa en su ministerio Petrino. Porque el Papa es el primero en la Iglesia a quien se aplica esta advertencia de la Sagrada Escritura: “Mantén la forma de las palabras sanas que has oído de mí en la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús. Vela por el buen depósito que se te ha confiado con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros” (2 Tim. 1, 13-14)
Pues debemos antes que nada orar para que Cristo vele y proteja a su Iglesia, confirme al Papa Francisco y le ayude a no apartarse del Depósito de la fe y confirmar al pueblo de Dios.
No quedar callados ante la corrupción, la herejía y el pecado que mata el alma y nos aleja de la salvación, somos soldados de Cristo, defendamos celosamente nuestra fe, así sea con nuestra propia vida.
En cualquier situación debemos fidelidad y obediencia al Papa, sea cual sea las resoluciones del Sínodo, no podemos apartarnos del Sucesor de Pedro que es quien tiene la autoridad y el deber de guiar a la Iglesia a Cristo. Podemos en función de nuestros derechos como bautizados e hijos de Dios pedir que el Papa nos confirme en la fe y resuelva las dudas en conformidad dela doctrina católica y la continuidad del Magisterio infalible de la Iglesia, recordemos que nuestra fe es en Cristo Jesús.
Yo me declaro y adhiero completamente al Magisterio Infalible de la Iglesia a todos los dogmas y doctrinas que han enseñado los Papas y Concilios que resguardan el depósito de la fe y de lo cual su guardián es el Papa Francisco, condeno toda herejía que me aleje de la gracia y los Sacramentos, que me quiera obligar a romper cualquiera de los Mandamientos de la ley de Dios, en estos momentos de necesidad clamo a Dios por su Iglesia y pido que en recuerdo de su promesa nos dé el don de la perseverancia ante tiempos de persecución, división y calumnia que hay dentro de nuestra misma Iglesia,
Oro a Dios y por la intercesión de la Santísima Virgen María y San Miguel Arcángel y todos los ángeles y santos del cielo suplico a Cristo que venga pronto
¡CHRISTUS VINCIT CHRISTUS REGNAT CHRISTUS IMPERAT!
UBI PETRUS IBI ECCLESIA
(San Ambrosio sobre el Salmo V,30)
DONDE ESTÁ PEDRO, AHÍ ESTÁ LA IGLESIA
Manuel Cuevas Miles Christi.
2.- http://www.clerus.org/clerus/dati/2000-03/31-7/Magisterio.html?fbclid=IwAR2pexuWPsLFYiyo2jK0TCpdP26W_M0RqREDOThiMEBF38v46ERnyD0g_IM
3.- https://adelantelafe.com/problema-la-misa-una-cum/?fbclid=IwAR1sOyZxjG7zs9L-yHMt65hvGlLoPcwSw1NYbH_8XzOStD3MnTF5-gKlYrc
4.- https://www.aldomariavalli.it/2019/10/17/christus-vincit-ovvero-perche-la-resistenza-e-legittima/?fbclid=IwAR1YwHAFRRBTUTnlk-n5CXTvjn3Dq2o8CmPgerLZ5camdEKZ9zp9bb7saeA
5.- https://infovaticana.com/2019/10/10/cardenal-muller-la-tradicion-de-la-iglesia-no-es-un-juego-que-pueda-modelarse-a-placer/?fbclid=IwAR1y9_0DfuO-r8cPDkWgX94uhQ10m0j2apUVHJy-ztkNigK3ki87DFALHrY
6.- http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=35871&fbclid=IwAR1sOyZxjG7zs9L-yHMt65hvGlLoPcwSw1NYbH_8XzOStD3MnTF5-gKlYrc
7.- http://www.vatican.va/archive/hist_councils/i-vatican-council/documents/vat-i_const_18700718_pastor-aeternus_la.html
8.- http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19981031_primato-successore-pietro_sp.html
9.- https://www.corazones.org/articulos/magisterio_niveles.htm
10.- http://www.mscperu.org/consultas/1eclesial/cs_magisterioordinario.htm