Cuando das un buen ejemplo algo comienza a pasar. Es como tirar una piedra en un lago tranquilo. Pequeñas ondas van generando círculos concéntricos hasta morir en las playas. Conviene que lo pienses para animarte a dar siempre buen ejemplo. Tendrás el mérito de haber alentado a otros por el camino correcto. Es lo que hoy te pide la Reina de la Paz.
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a todos ustedes que han escuchado mi mensaje de paz a realizarlo con seriedad y con amor en sus vidas. Hay muchos que piensan, que están haciendo mucho al hablar de los mensajes pero no los viven. Queridos hijos, yo los invito a la vida y a cambiar todo lo negativo que hay en ustedes, de tal manera que se transforme en positivo y en vida. Queridos hijos, yo estoy con ustedes y deseo ayudarlos a todos ustedes en sus vidas para que al vivirlas, ustedes den testimonio de la Buena Nueva. Yo estoy aquí, queridos hijos, para ayudarlos y para conducirlos al Cielo y en el Cielo está el gozo, con el cual, ya desde ahora, ustedes pueden vivir el Cielo. Gracias por haber respondido a mi llamado!”
El poder de tu testimonio es enorme y decisivo. Las palabras están devaluadas. Nunca el mensaje de Jesús tuvo tanta fuerza como cuando pregonó el amor desde la cruz. Para construir a tu alrededor una civilización del amor aporta cada día gestos de servicio, de humildad y generosidad.
* Enviado por el P. Natalio