¿Qué es el Tiempo de Navidad?
Las fiestas más importantes, como Navidad y Pascua, tienen tiempos litúrgicos que las preceden y las suceden. La Navidad está precedida por un tiempo de Adviento, que es de preparación o anticipo, y una celebración, la Navidad, que se extiende durante el tiempo de Navidad.
Este tiempo de Navidad comienza en Nochebuena, cuando los católicos se alegran con el Nacimiento del Señor el 25 de diciembre, y se extiende hasta el Bautismo del Señor, el domingo después de la fiesta de la Epifanía o Reyes.
El día de Navidad, comienza la Octava de Navidad –ocho días de fiesta siguiendo la forma de celebración judía de las grandes fiestas- que incluye la fiesta de la Sagrada Familia y culmina con la fiesta en honor de María Madre de Dios el 1° de enero.
El día de Navidad, comienza la Octava de Navidad –ocho días de fiesta siguiendo la forma de celebración judía de las grandes fiestas- que incluye la fiesta de la Sagrada Familia y culmina con la fiesta en honor de María Madre de Dios el 1° de enero.
El título de Madre de Dios le fue dado por los primeros Concilios en defensa de la divinidad de su Hijo contra quienes argumentaban que Jesús no era Dios o que no lo era eternamente.
Sin embargo, el precio de la salvación y el discipulado no se pierde de vista durante la octava. La Iglesia recuerda a los Santos Inocentes, asesinados por Herodes en una persecución frenética del Mesías, y al protomártir Esteban, apedreado en presencia de Saulo, más tarde San Pablo.
Por último, el tiempo de Navidad concluye apuntando a la vida y ministerio públicos de Jesús, con la Solemnidad de la Epifanía y el Bautismo del Señor. Estos sucesos, que marcan “manifestaciones” de la divinidad de Cristo, cierran la etapa de la infancia y la vida oculta de Jesús e inauguran Su ministerio público.
Sin embargo, el precio de la salvación y el discipulado no se pierde de vista durante la octava. La Iglesia recuerda a los Santos Inocentes, asesinados por Herodes en una persecución frenética del Mesías, y al protomártir Esteban, apedreado en presencia de Saulo, más tarde San Pablo.
Por último, el tiempo de Navidad concluye apuntando a la vida y ministerio públicos de Jesús, con la Solemnidad de la Epifanía y el Bautismo del Señor. Estos sucesos, que marcan “manifestaciones” de la divinidad de Cristo, cierran la etapa de la infancia y la vida oculta de Jesús e inauguran Su ministerio público.
La liturgia de la Iglesia Católica señala que la Navidad no es solo un día, sino una temporada completa que dura desde la víspera de Navidad, la noche el 24 de diciembre, hasta la fiesta del Bautismo del Señor, que es variable.
La fiesta del Bautismo del Señor se celebra el domingo siguiente a la Epifanía, según la reforma litúrgica de 1969.
En los países donde la Epifanía no es fiesta civil, la celebración se traslada al domingo entre el 2 y el 8 de enero, y la fiesta del Bautismo de Jesús, al lunes siguiente a la Epifanía.
La fiesta del Bautismo del Señor marca el cierre del tiempo de Navidad y el inicio del Tiempo Ordinario. Conmemora el bautismo que Juan el Bautista le dio a Jesús en el río Jordán cuando tenía 30 años.
Con la fiesta del Bautismo de Jesús finaliza el Tiempo de Navidad, aunque queda abierta una "ventana" el 2 de febrero, día en el que se celebra la Presentación de Jesús en el Templo (conocida popularmente como "Candelaria").
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