La alabanza hace que Dios se manifieste sobrenaturalmente y es también la respuesta apropiada cuando Dios muestra su poder. Satanás es alérgico a la alabanza. Como arma espiritual, debe proclamarse en voz alta.
"El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi libertador. !Oh mi Dios! !Roca en que me refugio, mi escudo, mi fuerza y mi salvación! Salmo 18:3
En la Biblia, la alabanza se relaciona frecuentemente con lo grande y temible que es Dios, especialmente cuando obra en contra de los enemigos de su pueblo. La Alabanza hace que Dios se manifieste sobrenaturalmente, y es también la respuesta apropiada cuando Dios muestra su poder. Éxodo 15:1-18
Debemos aclarar que Alabamos a Dios por lo que hace (sus obras), y le Adoramos por lo que es (su carácter, su gloria). Es decir, ALABAR es dar gloria, honra, magnificar. ADORAR significa literalmente dar besos y se usa en un acto de homenaje, reverencia y veneración. La Adoración es el reconocimiento de Dios, su naturaleza, sus atributos, y no solamente se refiere a cantar y dar gracias, sino que también adoramos a Dios con acciones y actitudes (postración, contemplación).
Dios creó al hombre para la Alabanza. Está dentro de la naturaleza de toda persona el alabar y adorar.
Cuando comenzamos a Alabar, abrimos la puerta para entrar ante las cortes y atrios que liberan la mano de Dios para producir bendición y milagros. La alabanza va acompañada de una espada de doble filo, que es la Palabra de Dios.
La boca es el instrumento para usar nuestras armas de batalla: alabando, proclamando, gritando, declarando y confesando, etc. Salmo 106:47. El propósito de la Alabanza es callar a Satanás.
El triunfo viene en la Alabanza; hay una diferencia entre triunfo y victoria.
¨ Victoria: es la derrota del enemigo. ¨ Triunfo: es la celebración de la victoria ya obtenida.
Victorias obtenidas por el poder de la alabanza:
Josué obtuvo victoria en Jericó, cuando el pueblo alabó a Dios.
David derrotó a Goliat, porque alababa al Señor.
Josafat vio la victoria del Señor porque el pueblo comenzó a alabar.
Pablo y Silas fueron liberados de las cadenas y de la prisión porque alabaron a Dios.
La musica como ministerio de alabanza:
Los ejércitos del mundo marchan a la Batalla con Música; el ejército de Dios debe hacerlo aún más. Debemos cantar himnos de liberación para derribar muros, romper cadenas y traer sanación. La música es para adorar y alabar a Dios y no para otra cosa.
La Alabanza contiene el poder de neutralizar la fuerza del ataque maligno sobre el Pueblo de Dios, porque Dios es enaltecido y coronado, y ni carne ni demonio pueden llevar a cabo sus propósitos.
ADORACIÓN: La adoración nos lleva a la presencia de Dios en el lugar Santísimo derramándose la gloria de Dios para traer victoria, sanidad y liberación. Donde está Dios, el enemigo tiene que huir. Es el reconocimiento de los atributos de Dios, su grandeza y majestad.
“Pero llega la hora y ya estamos en ella, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad.” Juan 4: 23
La Palabra nos habla de los adoradores en Espíritu y en Verdad, que significa que le adoremos, desde lo más profundo de nuestro ser y con absoluta honestidad y transparencia con Dios. Salmo 100:4; Isaías 60:18b
Adoración y servicio van juntos, no pueden separarse el uno del otro. Mateo 4:8-10;¨ En Juan 4:23-24, l.